¿Qué es la presbicia o vista cansada?

La presbicia es causada por un endurecimiento del cristalino del ojo, que sucede con el envejecimiento. A medida que el cristalino se vuelve menos flexible, ya no puede cambiar de forma para enfocar imágenes cercanas. En consecuencia estas imágenes se ven fuera de foco. La vista cansada –igual que la catarata (pérdida de transparencia del cristalino)- se producen por el envejecimiento de esta estructura indispensable para una visión nítida.

¿Cómo se puede corregir la presbicia?

El objetivo del tratamiento es compensar la incapacidad de los ojos para enfocar objetos cercanos. Las opciones de tratamiento de la presbicia consisten en usar anteojos correctivos (lentes) o lentes de contacto, someterse a cirugía refractiva o usar implantes de cristalino.

¿Cómo empieza la presbicia?

La presbicia o vista cansada se produce alrededor de los 40 años, cuando el cristalino se empieza a volver menos flexible, más rígido y los músculos que lo controlan se debilitan, provocando una pérdida progresiva de la capacidad de acomodación.

La presbicia no se puede prevenir, porque está ligada al proceso degenerativo del ojo. A partir de cierto momento todos padecemos presbicia,  afecta a más del 90% de los mayores de 45 años.

Síntomas

• Dificultad para enfocar los objetos a menos de un metro.
• Necesidad de alejar el libro, móvil… para poder ver mejor.
• Sensación que las letras de un texto “bailan” o están borrosas.
• Dolor de cabeza al fijar la vista en la lectura durante mucho tiempo.
• Fatiga ocular (enrojecimiento, ojo seco, escozor, sensación de arenilla, lagrimeo…), sobretodo al final del día o en condiciones de poca iluminación.

A medida que progresa la presbicia, suele hacerse más molesta e intensificarse.

Tratamiento

La presbicia no se cura. Otros defectos refractivos (hipermetropía, miopía, astigmatismo), ayudan a paliar la dificultad de enfoque.

• Correción óptica: Las gafas son la opción más habitual. También pueden utilizarse lentes de contacto.
• Corrección quirúrgica: En la actualidad, la cirugía refractiva puede reducir la dependencia de gafas o lentillas. Las principales técnicas son cirugía láser, implante de lentes intracorneales, implante de lentes intraoculares.

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Dra. Pilar Gay,  diplomada en Óptica Oftálmica

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